Modificamos hábitos. Ya no vivimos en los mismos lugares. Percibimos detalles distintos a los de antes. Los comentarios se endurecen, decrecen, se hacen nulos.
Perdemos amigos ganamos experiencia.
Compramos más cosas, los zapatos no siempre nos van a quedar.
Los sentirse disminuyen o se intensifican -con el tiempo-, las lágrimas fluyen y cada paso es uno ganado para la felicidad -o al contrario.
El pasado determina... poco, ¡Podemos decidir!
La familia sanguínea va pesando menos, se hace mas chica (muchos se van) y la familia que elegimos en el camino en cada situación se van convirtiendo en las mejores decisiones de nuestras vidas.
Aprender a cometer errores y desaprender rituales y tradiciones de lustros atrás.
Cambiamos, nos transformamos ¿evolucionamos?
Cerramos ¿ciclos?, no yo diría etapas. Y no las cerramos sino que las tenemos que velar y enterrar, para recordar de donde venimos y ser mejores. Pasamos, superamos o nos estancamos en los duelos.
- ¿Qué viene ahora?
- Seguir cambiando
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