Las personas de hoy ya no luchan. Ya no luchan por lo que vale la pena (por decir algo común. Pues también eso mismo vale la gloria, la felicidad, la audacia, la locura, la alegría, los sacrificios... la vida).
Dejan que las cosas se desgasten y no las reparan. De hecho hasta las rompen más por el fastidio que trae consigo arreglarlas*
*Aplique en relaciones de cualquier índole: fraternal, sexual, filial, amistosa, laboral, con la tesis...
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